Zootheby’s

Zootheby's, la fauna que se expande

Desde hace varias décadas el Mercado del Arte participa, de manera cada vez más activa, de los devenires de la creación; y las Casas de Subasta son la voz más alta y controversial de este fenómeno. ¿Quién se atreve a cuestionar la perspectiva de élite y estrato, que brinda a los artistas distintas posiciones según sus ventas y martillos en Subastas, que prefiere la serialidad a la originalidad, el cálculo a lo espontáneo; que incluye en los bocetos, mano de obra y costos de producción? ¿Qué persona se atrevería a describir a los artistas y coleccionistas contemporáneos, como extremidades de un mismo cuerpo, de un mismo fenómeno que crea nuevas especies, nuevos actores de una fauna exquisita, haciendo de ellos animales exóticos mezcla de creador, marchand, comisario, curador y coleccionista? ¿A quién se le ocurriría decirle al público que un cuadro de Van Gogh, ha dejado de tener valor para tener precio, que una paleta es un asesinato a la creatividad y al esfuerzo de los artistas, que un hombre, una vida, una idea, son objetos subastables; que el éxito y la realización dependen de un pequeño rincón oscuro en el almacén de una gran coleccionista iluminado? ¿Qué creador sería tan obstinado de sacrificar en pleno siglo XXI, presencia en lotes, sonrisa de coleccionistas, megaproducciones seriadas, tecnológicas, fabriles y sobre todo brillosas, con el glamur de joyas y modas de tendencias interminablemente cíclicas, a costa de seguir su propio lenguaje, su propio camino, su propia manera de pensar y de decir? ¿Quién sería tan loco de rechazar palabras de elogio brillantes e ingrávidas, que suben y resplandecen, para luego reventarse en el oído de otro igual al que las dice, buscando una transacción, una cuota, una ración del pastel, a cambio de un silencio reflexivo, de una sonrisa sincera?
¿Quién es ese otro que se atrevería a parodiar desde su creación tantas tendencias, arriesgándose a la marginalidad de los que no venden, exponiéndose con su sinceridad y transparencia a la indiferencia de los que compran, prefiriendo cada vez la sonrisa inteligente al cálculo mercantil, la mano al guante, el tenis de a pie al neumático del año?
Conozco unos pocos. Reynerio Tamayo es uno de ellos.

Leonardo Salgado. Enero 2016