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Lidzie Alvisa May 2011

Rodapiés

Rodapiés es el título de la más reciente muestra que Lidzie Alvisa presentara en la Galería Villa Manuela en Mayo del 2011. Sin caer en comentarios pretenciosos y absolutistas bastante frecuentes a la hora de definir los llamados momentos en la carrera de algún artista, podemos decir que esta exposición representa una continuidad temática y formal con los trabajos antes realizados por esta creadora. Ha convertido al cuerpo en figura esencial de su quehacer fotográfico. Imágenes caracterizadas por el par dicotómico Eros-Thánatos. Eros que se reconoce, en el propio cuerpo, concebido como ejemplo de la vida y Thánatos encarnado en cualquier material opuesto a la vitalidad de lo humano. En trabajos anteriores esta idea era representada a través de los alfileres que ya se había convertido en recurso distintivo de sus trabajos. La obra de Lidzie es una ejemplificación de un ciclo completo, en la que se ponen en juego elementos de significación opuesta que se interrelacionan entre sí; donde el arte viene a funcionar como momento de tregua o campo de batalla, según sea el caso. Lidzie tiene una clara preferencia por el metal. La evolución de su obra ha sido un poco como la evolución humana. En el principio el hombre usaba la madera para fabricar sus herramientas de trabajo, asimismo ella quedo fascinada por las posibilidades expresivas de este material, luego descubrió el metal, más fuerte, más resistente y la humanidad entró en otro estadío. Así mismo la obra de Lidzie entró en una nueva faceta cuando comenzó a realizar indagaciones donde el cuerpo, muchas veces el propio, es invadido, agredido y por qué no también embellecido con los alfileres. Como parte de esta búsqueda que involucraba cuerpo-metal aparece una fotografía, me atrevo a decir, crucial en lo que ha sido su trabajo posterior. Carrera de triple filo realizada en el 2007 es una foto que abre la brecha a este tipo de trabajo, también fotográfico donde los pies son los absolutos protagonistas.
Rodapiés es la síntesis de muchas preocupaciones que la artista ha ido trabajando de manera más o menos aislada en piezas precedentes. La propensión a la tensión de contrarios donde el binomio antagónico eros-thánatos adquiere una nueva dimensión debido a que el material que es contrapuesto al cuerpo es la loza. También utiliza el recurso de la autorreferencia, ahora más sutil; le concede importancia al cuerpo como vehículo expresivo, en este caso más específicamente los pies; experimenta con materiales y soportes y  se mantiene en su tendencia al lenguaje fotográfico.
Los protagonistas de esta serie, como su nombre indica, son evidentemente los pies; una parte del cuerpo que ha sido muy subestimada y que posee un alto nivel de significación tanto para el mundo occidental como el oriental. En el ambiente religioso, los pies han devenido signos para la emisión de mensajes, ícono de fuerte carga expresiva, sobre todo aquella que tiene que ver con la vida misma. Uno de los casos más relevantes que valdría la pena traer a colación sería el de la simbología de los pies dentro de la Biblia. En las Sagradas Escrituras podemos constatar que los pies son utilizados como elemento conector y representantes tanto de la dimensión terrenal del ser humano como del carácter divino de Dios. En dependencia de cómo este descrita la escena en cuestión y dependiendo también de la posición que ocupen los pies, se verá la referencia a una u otra de las posibles lecturas. Por ejemplo, en el caso de que los pies estén flotando o elevados, o más específicamente, que hayan perdido por cualquier causa el contacto con el suelo, se podría considerar una alusión a lo divino a la madrugada, fue Jesús hacia ellos caminando sobre el agua  o también a la muerte, que se deduce por antonomasia a otra posibilidad interpretativa que asume los pies apoyados sobre la tierra como sinónimo de la vida, así se puede constatar en la frase: Hijo de hombre, ponte de pie, te voy a hablar .También los lineamientos del yoga, conciben los pies como ese segmento de la anatomía humana que traza el sentido de la vida. La propia función biológica que le corresponde a los pies refuerza su vínculo con lo vital. De esta manera se ha extendido dentro de los sistemas de pensamiento la legítima implicación de los pies en el camino de la vida. Hay dos elementos que pudieran definirse como característicos del acto de caminar, uno es la temporalidad y el otro es la direccionalidad. Caminar es usado en determinadas situaciones como sinónimo de vivir, y de hecho no es gratuito debido a que ambas comparten estos dos conceptos.
La obra de Lidzie ejemplifica la relación que se establece entre las partes de otro binomio importante: el arte y la vida. Lo que en un principio era autorreferencia a partir de la autorrepresentación física, luego adquirió una mayor trascendencia al involucrar las historias propias y convertirlas en argumento de sus trabajos. No es gratuito que, a propio decir, sus artistas preferidas sean Frida Kalho, Cindy Sherman  quienes han adoptado su experiencia personal, cada una a su modo, claro está, en la articulación de sus discursos. Es interesante, sin embargo, el modo en que en esta ocasión aborda dicho fenómeno. Las experiencias personales son llevadas al arte metaforizadas en las imágenes de pies. No es gratuito por ende que el nombre de la serie y de la muestra sea Rodapiés, porque son precisamente representaciones de esta parte del cuerpo las que funcionan como vehículo generador de sentido. Vida y pies llevados ahora al arte- son entidades que en esta ocasión se convierten en equivalentes. Los pies poseen una elevada implicación semántica. Tomemos como ejemplo muchas frases de procedencia popular en las cuales el pie también funciona como alusivo a determinado estado de cosas. Veamos pues meter el pie  -que no es lo mismo que meter la pata-,  echar pie en tierra, caer de pie. Igualmente la influencia tanto de Meret Oppenheim y Man Ray se reconoce en el interés por las posibilidades comunicativas de los zapatos y por la manera en que trabaja la fotografía.
La fotografía es la manifestación de excelencia y por supuesto no deja de experimentar, que es uno de sus placeres en el ámbito de la creación. Imprime en lozas 120 fotografías de pies, que han sido colocadas a nivel del piso simulando un rodapié  real-. Las imágenes muestran los pies en distintas direcciones, con o sin zapatos, e incluso llama la atención la diversidad de calzados que usan los individuos fotografiados. Los pies dan la idea del camino recorrido, determinado por elecciones propias o ajenas, pero elecciones, al fin y al cabo. También afloran otras aristas conceptuales que han sido exploradas por la artista. Aunque siempre se le ha concedido mayor jerarquía al rostro como la parte de la anatomía del hombre que es capaz de dar con mayor fidelidad rasgos de la personalidad, los pies, e igualmente los zapatos, pueden aportar información acerca de la procedencia cultural del individuo, o del estatus económico, por ejemplo. Aunque no es menos cierto que la artista hace énfasis en determinadas tipo de calzado asociadas a culturas o posiciones económicas específicas, incluso a actividades o momentos del desarrollo humano muy particulares. Reconocemos pues la experiencia del anciano frente a la ingenuidad infantil, la vanidad de algunos, el pragmatismo de otros. Posiblemente, hasta sin quererlo, la pieza tienen un carácter sociológico pues es capaz de establecer una caracterización de los individuos y establecer tipologías y tendencias estéticas de preferencia.
El resto de las fotografías tiene un mensaje más personal y el discurso también tiene una intención vinculada al tipo de calzado que se ha escogido. Un par de tenis de la marca Converse así como unas zapatillas de ballet hacen referencia a la relación con su hija. Tanto tenis como zapatillas, marcan la diferencia entre dos etapas de la vida de su hija en las que ella inevitablemente ha estado involucrada. Ambas piezas tiene que ver con los procesos de crecimiento y la toma de decisiones. Por su connotación cultural y social, el Converse como estilo de calzado ha devenido en nuestro contexto un objeto de culto para los adolescentes; aunque esto no quiere decir que sea exclusivamente este sector poblacional quienes lo prefieran y/o usen. No obstante, aquí Converse es casi sinónimo de adolescencia porque ellos lo han convertido en calzado que los identifica. Con la pieza, más que la referencia tácita a dicho momento de la vida, Lidzie discursa sobre la significación que tiene esta etapa en el descubrimiento del mundo y su enfoque futuro. Es ahí donde se gestan las simientes, donde se decide qué camino tomar, cuando se define también la propia personalidad. El díptico de las bailarinas hace referencia al momento de la elección del camino que queremos seguir en nuestra vida y de las implicaciones que esto trae consigo. Una imagen que representa los pies de una estudiante y otra de una profesional discursan sobre el tránsito de un estado a otro por el que debemos pasar todos los seres humano como parte de nuestro proceso de maduración psico-social. Esa prueba de fuego que resulta del deber de definir para qué hemos venido al mundo, determinar lo que nos gusta, que es contradictoriamente lo mismo que nos ata. Pero cabría preguntarse ¿Por qué Lidzie elige la profesión del ballet entre todas las posibles variantes? En primer lugar, porque por sus características, por el sacrificio físico, la disciplina y constancia que requiere, es de las que mejor expresa la idea de las ataduras como símbolo de las imposibilidades humanas, de los límites que conlleva la elección de algo. En segundo lugar, porque el ballet forma parte de las tradiciones que identifican a su familia. Toda familia tiene a su haber un conjunto de valores y costumbres que son transmitidas a cada uno de sus miembros y que constituyen su sello distintivo. El ballet en el caso de Lidzie es así. Este es otro de los elementos que corrobora el hecho de que su obra no es ajena a su cotidianidad sino que esta es asumida como otra de las actividades de su proceso vital, tan vital como pudieran ser alimentarse o respirar. Todo lo utiliza en función de articular su discurso, es una actitud casi de expiación o catarsis, el poner las experiencias puntuales a disposición de los otros para la conformación de ideas más universales sobre los fenómenos. Las imágenes de las bailarinas en lo que a intención se refiere están muy conectadas con otro trabajo anterior Familia Alvisa-Jiménez en la hace referencia a las identidades individuales de sus familiares como parte de una identidad colectiva expresada a través de los pasaportes antiguos de sus parientes.
Pero la idea de las imposibilidades se explicita en un elemento que se repite en las fotografías y que es el amarre. Ya sean cordones o cintas, estos aparecen rodeando los pies y piernas del retratado. Además de las zapatillas y de los tenis marca Converse, también aparecen unos zapatos de tacón alto de los que salen unas tiras que envuelven las piernas. Llama la atención igualmente el hecho de que los pies, a los cuales les es inherente el movimiento, aparezcan estatizados por medio de la fotografía.
Ciertamente su obra no se pudiera acuñar como abiertamente proyectada hacia los asuntos de género. No obstante, incluso de manera inconsciente, el propio hecho de decir desde la perspectiva femenina o el traer a colación experiencias de su vida como mujer-madre, de la alguna manera la conectan con estos asuntos.
La vida es un constante proceso de toma de conciencia, una toma de conciencia en el que elegimos y desechamos cosas. Vivir es decidir. La serie Rodapiés de Lidzie se enfoca a desentramar todos los posibles significados que pudieran aportar los pies como metáfora del camino de la vida. La vida como macro-proceso en el que no están excluidos aspectos diversos que forman parte del continuo intercambio con los individuos. La lógica de la dialéctica vital se pone de manifiesto en esta serie porque es resultado de las experiencias vividas por la artista y sus familiares, sus seres más cercanos, pero también los amigos, cuya presencia es finita, con mayor o menor tiempo de duración, esos también encuentran su espacio, siempre alguien aporta algo. Es una serie que se regodea en la contraposición de ideas y en la que se pueden desentrañar otras problemáticas de carácter cultural, sociológica, psicológica, en fin su interés, como siempre lo ha manifestado de un modo u otro el discurso de la artista, es utilizar pequeñas historias para reflexionar sobre el metarrelato vida.

Por Chrislie Pérez

Artworks

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Lidzie Alvisa 2010

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Lidzie Alvisa 2010

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Lidzie Alvisa 2010

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