R-existir

Ernesto Rancaño mayo 2013

Luego existo

Existir. He ahí un vocablo plagado de misterios ¿Será que es solo, como lo define la frialdad y extrema objetividad de los diccionarios, el hecho de estar en el mundo? Si es así, ¿por qué el hombre vuelve una y otra vez a pensarlo y definirlo?
El pensar en la existencia, pudiera decirse que es casi una cualidad inherente al ser humano. Sin embargo, hacerlo desde el arte, pluraliza las implicaciones del término al tiempo que lo dota de una perspectiva más ligada a lo subjetivo.
Ernesto Rancaño ofrece una visión muy personal de la existencia. Según él, pudiera definirse por aquellos elementos, en apariencia, incongruentes y con significación autónoma, que por disímiles razones convergen en espacios y tiempos específicos. Es una especie de caos organizado, un rompecabezas donde cada pieza tiene su función. Es por eso que las obras que conforman esta muestra son abanderadas de cierta soberanía conceptual y actúan a manera de microcosmos, en ese macro espacio galerístico. Cada una, se expresa por sí misma y en su relación con las otras, porque es esta propia relación la que enriquece los universos específicos a los que hacen referencia individualmente.
No obstante, esta idea más abarcadora de la existencia que pretende ofrecer,  está basada fundamentalmente en aquellos aspectos que lo definen como hombre, como artista, pero sobre todo, como ser social. Rancaño está convencido que uno de los posibles caminos para entender la existencia es la relación con el otro. Aparecen entonces, conceptos vinculados a toda la intensidad emotiva que rodea nuestras vidas, así como a los sentimientos que nos alimentan cual torrente sanguíneo. El amor, ya sea a la familia, a los amigos o a la pareja, es asunto recurrente en su discurso. Es por eso, que también se hace manifiesto en las piezas el par antagónico soledad-compañía, como parte de un discurso estructurado sobre la base de la necesidad de un otro que complemente nuestra identidad.
En cierta medida, pudiera decirse que en esta muestra, Rancaño pone en evidencia ideas que habían sido abordadas en exposiciones como La carta que nunca te escribí y La mitad de mi vida. En primer lugar, esa propensión a lo objetual, que sin dudas, ha signado su producción plástica en los últimos tiempos. Pero igualmente, maneja presupuestos ideoestéticos como la idea de lo cíclico, lo dual, el lenguaje mínimal, la sobriedad cromática y, hasta cierto punto, el uso del absurdo como guiño para involucrar al espectador con sus postulados.
Re-existir se convierte en una cuestión más compleja. Con la inclusión del prefijo re-, alude a ese espacio ambiguo de lo posible de una existencia otra. ¿En qué sentido se refiere a la posibilidad de un volver a existir? No es en la dimensión física y tangible sin dudas, si no, y esto es lo más importante, en todo lo que atañe al universo interior del ser humano. Re-existir se manifiesta entonces como una actitud de resistencia. Es la materialización de esa especie de anagnórisis en la que el individuo toma conciencia de su capacidad para reinventarse a sí mismo.

Chrislie Pérez
La Habana, Abril 2013

Obras

Amor postmundo

Ernesto Rancaño 2013

El hombre rico

Ernesto Rancaño 2013

A cielo cerrado (Persistencia)

Ernesto Rancaño 2013

Cama de luz

Ernesto Rancaño 2013

El hombre rico (detalle)

Ernesto Rancaño 2013

Existencia

Ernesto Rancaño 2013

Pez lunar (Mabe)

Ernesto Rancaño 2013

Dibujo detenido

Ernesto Rancaño 2013

Olvido

Ernesto Rancaño 2013

Insisto (detalle)

Ernesto Rancaño 2013

Insisto

Ernesto Rancaño 2013

Ciudad D'olor

Ernesto Rancaño 2013

Artistas