Ensayo sobre la esperanza

Adigio Benítez Jimeno febrero 2007

Ensayo sobre la esperanza

Adigio – Desde el post en pos de…  título de la exposición  que recoge la obra más reciente de Adigio Benítez Jimeno, (Santiago de Cuba 1924), artista de amplia trayectoria y reconocido prestigio (Premio Nacional de Artes Plásticas 2002 y Premio Nacional de Enseñanza Artística 2003), es una incitación para la reflexionar sobre la naturaleza de su arte, en estos tiempos en que la creación visual incursiona en nuevos ámbitos de la realidad y se revolucionan los códigos y lenguajes tradicionales.

Esa impresión de renovación y frescura en la obra de Adigio que ha sido manifestada por la crítica artística y por el público, tiene a mi modo de ver una base en su talento indiscutible, pero en gran medida es el resultado de su alta estimación de lo que el arte es y debe expresar, pues en su larga trayectoria de casi 60 años de vida artística, si ha habido una constante, esa ha sido la preocupación por no caer en estereotipos y fórmulas manidas y concebir el acto de creación como una oportunidad para trasmitir con los medios propios del arte, sus nuevos conceptos, ideas y sentimientos sobre los más diversos aspectos de la realidad.

Las obras que Adigio nos presenta en esta muestra y que se desarrollan con los medios y técnicas tradicionales del arte en que se formó, (Academia de San Alejandro, 1949), constituyen un testimonio de cómo en esta esfera de la creación, lo nuevo está también asociado con la creatividad, con la capacidad de incursionar en diversos ámbitos inexplorados de la sensibilidad y de la vida, traduciendo en imágenes plásticas lo que el artista percibe como nuevas demandas de su tiempo.

En sus obras descubrimos la intensión de expresar ideas a través de una representación que apela a la belleza de las cosas, la naturaleza, las personas y las situaciones representadas, como el mismo ha expresado al decir «mi pintura es amable» (1) y es que en él está presente esa manera de concebir la creación como un proceso de elaboración de imágenes poéticas, con ese sentido traslaticio propio de una  metáfora. Las escenas que aparecen en sus obras, el uso de una amplia y viva gama de colores, la armonía de la composición, la sutileza de sus dibujos, expresan una visión no contradictoria de la vida. Se trata de una propuesta desalienada, esa es su manera de revelarse y de oponerse a lo terrible, lo satánico y apocalíptico que existe en el mundo de hoy.

Sin embargo, siendo el arte de Adigio figurativo no se regodea en el simple acto de la imitación, o en fórmulas que pueden resultar agradables y exitosas, incluso para el mercado. Las imágenes plásticas de las obras de Adigio utilizan un recurso que es a su vez un elemento distintivo de su estilo, esas figuras que emergen de planos y se doblan como si fueran de papel plegado a la manera del origami japonés, actúan como el conocido efecto de extrañamiento brechtiano, produciendo un distanciamiento que recuerda al espectador que eso es arte y que su intensión no es imitar la realidad, sino reflexionar, comentar, jugar con ella , poetizar y trasmitir ideas que en ocasiones son visiones fantásticas o irreales y que invitan al público a adentrarse en el rico e infinito universo de la imaginación.

De esas zonas inexploradas surge la obra titulada Que parezca nuestra esperanza, políptico basado en la letra de la canción  Rabo de nube de Silvio Rodríguez, se trata de una obra concebida en un registro épico, donde cada escenas aporta un ángulo de análisis al todo y que ha sido creada para expresar una idea sobre esa nueva realidad que se va abriendo paso en nuestra sociedad como resultado del papel protagónico que está ocupando la cultura en el desarrollo del hombre y de la sociedad en su conjunto.

Adigio, quien ha transitado por diversas etapas en virtud de su amplia vida artística y de esa característica de no conformarse con lo hecho y plantearse siempre renovarse a sí mismo con los nuevos modos de hacer y decir,  es un continuador del legado modernista en su permanente búsqueda de la originalidad, en ese propósito de contribuir con los medios propios del arte al fin mayor de la emancipación social, y es un  postmoderno  que se ha nutrido de esa visión global de la cultura de hoy para abordar nuevos temas que tienen que ver con el propio arte y con el diálogo intercultural.

Pudiéramos decir que a sus 82 años el magisterio de Adigio no se circunscribe sólo a su actividad docente como profesor de varias promociones de artistas, hay otra enseñanza que Adigio nos está trasmitiendo en cada exposición que realiza, en cada obra que crea  y que tiene que ver con ese rasgo que siempre lo ha distinguido; la  capacidad de penetrar y abordar en sus obras los problemas de su tiempo, prefigurando con su arte la realidad más humana de su ideada utopía, tal como lo ha dicho en uno de sus poemas:

confieso
que habiéndoseme dado sólo la ficción
quise darle vida a un hombre artístico
y a la vez extraplástico
especie de vocero del pronóstico
que emitiera señales del mañana (2)

(1) Entrevista realizada por Miriam Zito para la revista digital La Jiribilla.
(2) Poema del Pintor, Editorial Letras Cubanas, 2002, Pág. 69

Surnai Benítez Aranda

Obras

Serie En casa blanca

Adigio Benítez Jimeno 2007

Serie En casa blanca

Adigio Benítez Jimeno 2007

Diosa indiana

Adigio Benítez Jimeno 2006

El sueño

Adigio Benítez Jimeno 2006

De la pintura a la pintura

Adigio Benítez Jimeno 2006

Pavo a la criolla

Adigio Benítez Jimeno 2006

Antiguas sirenitas angelicales ornamentales

Adigio Benítez Jimeno 2006

Títere

Adigio Benítez Jimeno 2006

Amazona

Adigio Benítez Jimeno 2005

Esperanza, Angela Y Caridad

Adigio Benítez Jimeno 2005

Capricho cubano

Adigio Benítez Jimeno 2005

Que parezca nuestra esperanza

Adigio Benítez Jimeno 2005

Patio II

Adigio Benítez Jimeno 2004

Las bellas y los galanes

Adigio Benítez Jimeno 2004

Artistas